Hay personas que han nacido para "volar", al igual que el cóndor de esta parábola, pero necesitan la ayuda y la comprensión de los demás, porque de lo contrario pueden desperdiciar su capacidad y quedarse "en tierra" durante toda su vida.
La sociedad debe ayudar a los niños con alta capacidad a desarrollar su potencial. Debe permitirles ser ellos mismos y no obligarlos a ser "como los demás", porque eso iría en contra de su propia naturaleza. Además , en mi opinión, en este país no andamos tan sobrados de talentos como para permitirnos el lujo de perder los que tenemos.
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